ORIGEN Y JUSTIFICACIÓN.

En Argentina hay 4.4 millones de jóvenes que tienen entre 18 y 24 años. Los datos oficiales confirman que el desempleo y la informalidad entre los jóvenes y adolescentes duplican el promedio nacional. Con una tasa media del 9,2% para la población general, la desocupación en los varones que tienen entre 14 y 29 años asciende al 17,2% y entre las mujeres de esa franja de edad sube al 20,1%. A su vez, el 53,3% de los desocupados tiene menos de 29 años, lo que equivale a 900.000 personas sin empleo sobre un total de 1,7 millones que se encuentran en ese segmento.

Cuando se analiza la situación laboral de grupos poblacionales específicos, se puede apreciar que la situación de las mujeres jóvenes y personas con discapacidad es preocupante. De hecho, las jóvenes están sobrerrepresentadas entre los 765.000 jóvenes que no estudian, no trabajan y no buscan trabajo: 77% de las mujeres versus 23% de los varones. Además, del universo de jóvenes que no estudian ni trabajan, pero cuidan, el 95% está representado por mujeres. La realidad es que, en Argentina, la participación laboral femenina no solo es más baja que la de los hombres, sino que además sus empleos son más precarios y suelen concentrarse en carreras tradicionalmente femeninas (como salud, educación servicios sociales, etc.) y de menor remuneración. Asimismo, la situación laboral de personas con discapacidad es también precaria. Se estima que, en Argentina, un 13% de la población tiene algún tipo de discapacidad, 43,9% de estas personas son jefes o jefas de hogar, pero un 75% está desocupado/a y 38,4% no tiene seguro médico.

A pesar de las altas tasas de desempleo entre los y las jóvenes y las personas con discapacidad, 6 de cada 10 empresas en Argentina tienen dificultades para encontrar el talento requerido. De acuerdo a los empleadores, esto se debe a que generalmente los postulantes no cuentan con: las habilidades o competencias técnicas necesarias para realizar el trabajo; la suficiente experiencia profesional; o las habilidades blandas para desarrollarse en la posición. Además, entre los 10 puestos más difíciles de cubrir se encuentran los oficios manuales calificados (tal como electricistas, plomeros, albañiles y carpinteros), personal de IT y puestos técnicos. En el caso de los trabajadores a capacitarse en desarrollo de software, todas las estadísticas disponibles dan cuenta de una demanda insatisfecha en la Argentina año tras año que supera a la oferta en unos 5.000 idóneos y/o profesionales cada año.